La casa mantiene su estructura tradicional con el porxo de vigas de sabina ibicenca y paredes anchas de piedra que ayudan a mantener fresco el ambiente. Los antiguos almacenes para el grano y corrales se convierten en cinco agradables habitaciones que dan la bienvenida al huésped y le sumergen en un ambiente rústico pero cómodo y acogedor. El principal encanto de las habitaciones es la sencillez , su luz , que entra a raudales por ventanas y balcones, y su pequeño jardín de plantas aromáticas, que impregna el lugar de olores suaves y maravillosos.
En el ala sur una piscina con agua de pozo de la propia finca y un solarium donde poder disfrutar del sol, rodeada de higueras y algarrobos para los que deseen un poco de sombra en las horas fuertes del día.
Visítenos y sumérjase en la paz y calidez del campo ibicenco donde les esperamos para hacerles disfrutar de unos días felices y tranquilos. Haremos lo que esté en nuestras manos para que se sientan como en la casa de sus mejores amigos…
Servicios adicionales del hotel:
Alquiler coches, Masajes, qi gong, meditación, rutas de senderismo y bicicletas gratuitas.
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